Buenas a todos, para comenzar con la sección de deportes indudablemente e elegido esta entrada como punto de inicio pues no todos los días se ve un récord del mundo, aun así en la ultima década parecen muy habituales pero siempre acosados por la sombra del dopaje, sin embargo, hasta que no se demuestre lo contrario disfrutemos de esta superación del limite de la capacidad humana.
El pasado Domingo un keniata de nombre casi desconocido con una zancada magistral dejaba atrás la puerta de Brandenburgo disfrutando de unos metros de gloria aproximándose a la linea de meta, dejando atrás 42,195 km, la distancia de Filipides, la distancia de la agonía, y para mas merito a su nombre a ritmo de record del mundo.
Para Kipsang, en su infancia haber soñado un record del mundo seria como mínimo una utopía, pero hay personas que como Kipsang están tocados por una varita mágica que les proporciona de pequeño una genética perfecta, la genética de un superhombre, de aquellos que viven en el valle del rift a 2.500 metros de altitud y al parecer su genética no ha evolucionado desde aquellos hombres primitivos que cazaban a pie, pues él, Kipsang un chico que empezó tarde en el atletismo y casi por obligación, reunía todas las características para escribir su nombre con mayúsculas en este deporte. A los 21 años y casi por casualidades de la vida nuestro personaje se coló con unas zapatillas de cuero en unas pruebas de selección para la policía, única manera de salir de la pobreza en un país como Kenia, unos ojeadores vieron su talento y ofrecieron representarlo, a partir de ahí la escalada triunfal de Kipsang fue abrumadora.
Un año antes del día de su estratosférico record del mundo, Kipsang ya avisaba proclamándose campeón en la maratón de Londres y llevándose un suculento premio económico que por un tiempo podría haber parado sus ambiciones, pero optando por todo lo contrario, volvió a competir en nivel internacional, esta vez en la maratón de los J.J.O.O representando a su país, Kenia, y en la misma ciudad que lo vio alcanzar la gloria, Londres. Esta vez Kipsang tenia ante si a los mejores rivales del mundo y haciendo honra a su condición de keniata proyectó la carrera a ritmo kamikaze, faltandole la chispa en el final la cual hace únicos a los mejores corredores, su primera experiencia en unos juegos olímpicos acabaron en bronce, para algunos un excelente estreno, para él y su mentalidad de ganador, una pésima carrera, al contrario de hundirse Kipsang volvió el pasado Domingo 30 de Septiembre a calzarse las zapatillas en la maratón de Berlin, maratón que ha dado cavidad a 5 record del mundo en categoría masculina, y para algunos el mejor trazado de maratón del mundo. Dias antes ya avisaba, no se achantaba ante la adversidad, con aire prepotente hablaba de asaltar el record del mundo, un record de un compatriota, Patrick Makau, un record imposible para cualquier otro mortal.
El día D a la hora H Kipsang se coloca en la linea de salida, las condiciones eran optimas buena meteorología, liebres de lujo, un suculento premio económico, un objetivo: el record del mundo. Los primeros compases de la carrera fueron rápidos, posiblemente el nerviosismo de los atletas por llegar a la sensación de cansancio a esa sensación en la que los mejores se sienten cómodos mientras otros se hunden . El paso de la primera mitad se hizo a ritmo de record del mundo con un numeroso grupo de cabeza bien consolidado y todavía sin mostrar sensaciones de cansancio, al paso de los kilometros las liebres abandonaban cumpliendo su labor y en cabeza se vislumbraba un trió de keniatas. El abandono de las liebres provocó una bajada de ritmo brutal y comenzaron las serias dudas de sobre si el record podría batirse, las condiciones dentro de la carrera desde luego hacían advertir lo peor, kilometro 30, famoso muro, en el que los atletas aficionados y no tan aficionados temen y se entrenan concienzudamente para batir, punto en el que toda ayuda es en vano si no sacas lo mejor de ti, para kipsang y los dos keniatas que habían quedado en carrera se les hacia peor ya que no quedaban liebres. Kipsang lejos de acobardarse aumento el ritmo y logro descorgar a uno de los keniatas el que quedaba seguía la estela del plusmarquista a trompicones hasta que finalmente se quedó, kipsang afrontaba sus últimos diez kilometros con la fuerza que afrontó su salida kamikaze en los juegos de Londres, los parciales por kilometro comenzaban a disminuir y ya se veía el record del mundo, ya en el kilometro 40 Kipsang se tiró al ataque definitivo y con un cambio de ritmo brutal afronto los ultimos dos kilometros, para pasar por la puerta de brandenburgo como un triunfador haciendo gala de casta, talento y batiendo un record del mundo en 2:03.23 que le será muy difícil de despojar.